POCA IMAGINACIÓN Y MUCHA IGNORANCIA

Es de lamentarse la poca imaginación de muchos de nuestros hermanos que ven, al interior de la Institución, grupos sectarios que se excluyen a sí mismos del modo más eclesiástico posible. Tal imaginación pírrica es resultado de la ignorancia que en asuntos masónicos expresan la mayor parte de los masones mexicanos. La mayoría de ellos -no nos equivocamos si rebasa el 95%- cree que el Rito Escocés es el más antiguo, que es el más practicado del mundo y que es también el sistema dominante por sobre todos los demás métodos de trabajo masónico; creen que es el único regular y qué contiene, por si fuera poco, a los "verdaderos jefes" de la Masonería mundial. Nada más alejado de la realidad.

Desde aprendices leímos en los manuales de masonería que ésta se nos presenta bajo la modalidad de Ritos que inician justamente después del Grado de Maestro. Se nos dijo en el seno de nuestras Logias:

"La Orden es UNA sola y se divide, para su estudio, práctica y comprensión en RITOS".

Cada Rito constituye un sistema de organización y prácticas rituales de los grados posteriores a los tres grados fundamentales o simbólicos de Aprendiz, Compañero de la Hermandad y Maestro Masón. La base de la Masonería regular es la Masonería azul en tres grados, también llamados "grados universales". A lado de éstos (no ENCIMA) vienen los grados laterales, conocidos en el mundo anglosajón como Side Masonry. A este sistema de grados invitacionales se les conoce como Ritos y también como "métodos de trabajo".

El más practicado de ellos es el Rito York, pero el más difundido geográficamente es el Escocés, Antiguo y Aceptado. Uno gana en membresía y el otro en extensión.

Ambos sistemas rituales -o Ritos- poseen una belleza sin igual, y contienen tradiciones hermosas, profundas y de impactante contenido. Los masones cultos y civilizados, luego de haber adquirido el Grado de Maestro Masón, eligen los grados laterales y se inclinan tanto por el Escocés como por el de York. Son sistemas rituales -o métodos de trabajo, como dicen los ingleses- perfectamente complementarios para quien ve en la Masonería un campo de estudio y de espiritualidad. En efecto, la Masonería es mucho más que inútil membresía; es, ante todo, estudio, comprensión, análisis y superación. Ella está más allá, y por encima, de las ideologías políticas y sociales y ofrece a sus miembros una verdadera opción de pensamiento y de moralidad ajena a dogmas e imposiciones de cualquier índole.

Hay que tener en verdad, en el Alma y en la Mente, o bien mala fe, o enorme ignorancia para discriminar a unos porque pertenecen al sistema ritual de los otros. Provocan hilaridad y tristeza quienes asumen que los de un Rito son de la mezquita, y los de otro de la sinagoga, excluyéndose entre sí del modo más excomulgatorio posible y a la manera más eclesiática imagibale. Los unos descalifican a los otros, diciéndoles "irregulares". Indudablemente son masones que dicen lo que saben, sin saber lo que dicen. Expresan supina ignorancia, desubicación, mala fe y un temor ciertamente infundado.

La Masonería mexicana necesita unidad, coherencia, fortaleza y armonía para enfrentar no solo las nuevas circunstancias del mundo -apertura y globalización- sino además para encarar las embestidas de nuestros adversarios históricos. Ellos se regocijan y prosperan mientras nosotros nos separamos y dividimos. ¡Bonita cosa!

Se necesita una enorme miopía directiva para no ver las oportunidades que una Institución sólida puede aprovechar y para ignorar las amenazas que las nuevas configuraciones sociales y políticas del país nos presentan. Estas evidentes oportunidades también nos ofrecen opciones, pero no las vemos porque estamos más ocupados en debatir entre nosotros que en mirar con estrategia, creatividad e innovación las ventanas de oportunidad que tenemos frente. ¿Qué clase de dirigentes se requieren para que la Orden prospere?, ¿qué clase de "líderes" necesitamos para sumirnos más en la barranca?

Desde este espacio bloguero, invitamos a nuestros hermanos y compañeros a asumir concientemente la necesidad de construir una Masonería moderna, ágil, fuerte, unida y coherente entre lo que se discursa y lo que en realmente hace. No se puede pugnar por un lado por la fraternidad, y por el otro fustigarla acremente con actitudes reaccionarias y retardatarias. O se es liberal en todo o en nada. Es una paradoja que los masones "oficiales" se manifiesten progresistas hacia fuera, y profundamente conservadores y timoratos hacia dentro de la Institución. Necesitamos masones auténticos, no hipócritas y fementidos. ¡Creíamos que estos habían sucumbido en el Tercer Grado! Pero no ...

Si en el mundo profano exigimos gobernantes probos, rectos y justos, ¿cómo no reclamarlos entre nosotros? Recordemos nuestras máximas de ayer, hoy y siempre: "CAMBIA EL MUNDO, QUIEN SE CAMBIA A SÍ MISMO PARA SER MEJOR".

No hay a que temerle a la diversidad de los Ritos en el seno de la Orden. Los miembros del Rito York somos también miembros del Rito Escocés; en él nacimos, y no nos saldremos de él. Lo único que queremos es estudiar, conocer para comprender y no permanecer en la ignorancia y el desconocimiento de lo profundo y bello que la Masonería nos ofrece. ¡Queremos trabajar por ambos sistemas rituales!

Con esta consigna caminamos en los senderos de la Orden:

¡JUNTOS Y EN ARMONÍA!