Nuestra misión...

Guiar a los ciegos por un camino que no saben, conducirlos por sendas que no han conocido; delante de ellos tornar las tinieblas en Luz y enderezar entuertos. Obrar así con ellos y no desampararlos.
Ejercitemos la Caridad, mantengamos la Esperanza y caminemos con Fe ...

sábado, 6 de octubre de 2007

LO ESPIRITUAL Y LO MATERIAL

Autor, habitante del IX A
El Rabino Iehudá Halevi Ashlag, Sabio Kabalista que vivió en Jerusalén hasta mediados del siglo XX , en el comienzo de su comentario al "Etz Jaím" ( "Arbol de Vidas", de Itzják Luria Ashkenazi conocido como el Ariz’al, siglo XVI) nos señala que:
“Debemos recordar que toda la Sabiduría de la Kabalá está basada en estratos espirituales que no requieren ni espacio ni tiempo, y ninguna falta o cambio los gobiernan ni afectan". “La ausencia, como el cambio, sólo actúa sobre los estados materiales, siendo allí donde reside toda la dificultad para los principiantes. Estos toman a menudo dichos conceptos en su expresión material dentro de los dominios del tiempo y el espacio, los cuales fueron utilizados por sus autores sólo como referencias palpables de sus raíces superiores”.
- Talmúd Eser haSefirót, Or Pnimí Capítulo I
Para comprender lo que el Rabino Ashlag nos explica tenemos que ubicarnos por sobre el plano físico y trasladarnos a conceptos tales como, por ejemplo, la alegría y la tristeza. La alegría y la tristeza se manifiestan en el mundo emocional del hombre y no ocupan un lugar físico. Cuando alguien está alegre y luego, por determinada circunstancia entristece, no significa que la alegría dejó de existir, sino que ese hombre perdió momentáneamente su capacidad de estar alegre. Pero si los estímulos que generan la alegría vuelven, desaparecerá la tristeza y la alegría ocupará su lugar. Las emociones no ocupan un lugar físico, sino que abarcan el mundo emocional del hombre siendo generalmente su influencia más poderosa que la realidad material.
La emoción y el pensamiento son poderosos instrumentos a través de los cuales el hombre se conecta con la realidad. Aunque no debemos olvidar que son tan sólo medios para lograr materializar nuestra voluntad y deseo. La voluntad y el deseo son la fuerza interior que mueven al hombre, pero ... ¿Cuál es el objetivo que motiva a esa poderosa fuerza ... ? La voluntad altruista de ayudar y beneficiar al prójimo y a la sociedad o, por el contrario, el deseo personal, egoísta. En este punto radica la diferencia entre lo espiritual y lo material.
Espiritual es la voluntad altruista de beneficiar al prójimo y material es el deseo personal, egoísta. (cita del libro "Maamarei Shamáti" , Pág. 107, del Rabino Kabalista Barúj Shalom Ashlag). Por eso nos enseñan nuestros Maestros que es fundamental aprender el lenguaje, la terminología y los objetivos de la Kabalá de un verdadero iniciado en esta Sabiduría. De este modo evitamos interpretar dichos términos fuera del contexto de la Torá y la Kabalá, lo cual desemboca en sincretismos, pseudo - espiritualidad y mística.
Kabalá es el estudio del orden de causas y consecuencias espirituales que se generan a partir de la causa primera, el Infinito / Ein - Sof.
Espiritual es todo aquello que no resulta afectado o cambiado ni por el espacio ni por el tiempo. No depende de estados emocionales o de lo que pensemos acerca de ello. Es la causa que genera todo el mundo material. Explicación: en el plano físico hay leyes que rigen la materia, como ser la gravedad. Observamos que cada vez que un objeto entra en el ámbito de dicha fuerza es atraído inexorablemente por ella, hasta que otra fuerza la contrarresta.
La actividad de la fuerza de gravedad no depende de lo que creemos o pensamos o sentimos, sino que es objetiva y tiene sus propios códigos. Quien quiera relacionarse con ella positivamente deberá conocer sus parámetros y sólo luego podrá usarla en su beneficio. La esencia de la fuerza de gravedad se encuentra por encima del mundo material ya que no depende de la voluntad de los hombres. Como en el caso de la gravedad, la esencia del mundo físico tiene su raíz en el plano espiritual.
Las leyes espirituales actúan en todos los planos: físicos, emocionales y mentales, pero sólo percibimos sus consecuencias cuando nos relacionamos con la realidad concientemente (como en el ejemplo anterior acerca de la ley de la gravedad).
Por el contrario, cuando el hombre se relaciona con la realidad inconscientemente, sin conocimiento de las leyes que rigen la vida, es como un niño que no tiene conciencia de las consecuencias de sus actos. Es importante definir precisamente el área a la cual se aboca este estudio. De lo contrario podríamos perdernos en un laberinto de ideas ajenas a los objetivos de la Kabalá.
El objetivo de este estudio es educar a la voluntad y al deseo del hombre hacia el bien colectivo, que es la meta de la Torá: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El único cambio posible que podemos lograr en la vida es la actitud interior, lo que deseamos en nuestro corazón. El "mejor" sistema socio-político-económico está destinado a fallar si el hombre es egoísta. En cambio, cuando cambiamos interiormente buscando el bien colectivo, el "peor" de los sistemas exteriores va a funcionar. Los verdaderos cambios y batallas se desarrollan en nuestro interior. Para ello el hombre debe conocerse y conocer las leyes que rigen todos los planos de la realidad. Entonces, tomará gradualmente conciencia de su raíz y objetivo, unificándose con todos los hombres y con el Kadósh Barúj Hú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

TODO ESTE CONOCIMIENTO ES HERMOSO Y MUY INTERESANTE

A Basic look at Freemasonry and it's Beginings