Nuestra misión...

Guiar a los ciegos por un camino que no saben, conducirlos por sendas que no han conocido; delante de ellos tornar las tinieblas en Luz y enderezar entuertos. Obrar así con ellos y no desampararlos.
Ejercitemos la Caridad, mantengamos la Esperanza y caminemos con Fe ...

viernes, 16 de noviembre de 2007

LA CONCIENCIA DEL YO

La consciencia es la capacidad que nos permite conectar con el aquí y el ahora, hacia fuera y hacia uno mismo. Es conectar más allá de las fantasías que nos trasladan al pasado o al futuro y están condicionadas por toda suerte de deseos, aversiones y miedos. La consciencia se desarrolla practicándola, siendo conscientes, y cuando vive atentamente, el ser humano aprende a estar más alerta de sí y a vivir de manera más reflexiva, disolviendo las identificaciones, recuperando el propio centro de consciencia clara y ecuánime y obrando entonces adecuadamente.
Es rara la persona que vive espiritualmente. La mayoría de los seres humanos entienden de manera incorrecta la Vida y sufren desintegración anímica e inmadurez emocional. Esto desencadena tendencias neuróticas y diversos síntomas desagradables de inseguridad, prepotencia, ansiedad, depresión y muchos otros.
Esta inmadurez se debe a muchas causas, tanto externas –el entorno, el ambiente familiar, la educación, etc.- como internas –represión, conflictos psíquicos, inhibiciones o traumas. El estado de consciencia que se encuentra medio desarrollada da como resultado ambivalencias que confunden o afligen: angustia, desorden interior, inclinaciones compulsivas y tendencias irreflexivas de todo tipo. En este estado de consciencia crepuscular, la persona se deja dominar y resulta muy afectada por situaciones externas e internas. Al ser afectada de una manera desmedida las reacciones también son desorbitadas y, muchas veces, neurasténicas. En este estado es dominada por aquello que piensa, siente o vive, sin consciencia clara, sin presencia de sí misma, sin ecuanimidad ni visión cabal. La persona se identifica de tal modo con sus estados internos o las situaciones externas que pierde parte de su juicio y se ve alterada por reacciones y aflicciones, que le embotan y le hacen pasar por los estados mentales y emocionales más dispares e inestables. En esa situación es bien difícil obrar adecuadamente.
La Masonería York, especialmente los trabajos que se desarrollan bajo el IX A., colocan al masón en posición de mirarse a sí mismo en la óptica de la más profunda espiritualidad. Ahí el masón conoce la esencia de Dios...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mis Q:. H:. MUY JUSTA ESTA PLANCHA QUE ME HA HECH9O GANAR MUCHO METALES, AL ANALIZARLA ME HA SERVIDO PARA TENER OTRO CONCEPTO DE MIS ACCIONES, UN T.F.A.

Anónimo dijo...

¿Muy justa?¿me ha hecho ganar muchos metales? Qué poca comprencion del simbolo.

A Basic look at Freemasonry and it's Beginings